Que los tiempos cambian no es una novedad, de ser algo.. es una realidad. Todo el mundo lo sabe y todos lo hemos usado como coletilla alguna vez.
Dejando a un lado el melancolismo fácil, nosotros hemos vivido una de las transiciones más notables de la historia: el boom tecnológico. No me entiendan mal, no he dicho una de las más importantes sino una de las más notables, precisamente porque hemos sido conscientes de ella al producirse en apenas 20 años. Importantes fueron la revolución industrial, que cambió la manera de trabajar, o la revolución francesa, que cambió la forma de pensar.
La revolución tecnológica ha cambiado nuestra forma de interactuar. En efecto ahora podemos hacer saber a cualquiera que nos acordamos de él con un simple "toque" al móvil, podemos recorrer las calles aislados escuchando la música (ahora en formato digital) que nos acabemos de descargar de internet, recomendada por un amiga venezolana que no hemos visto en la vida pero con la que chateamos todas las noches. Ahora ya no tenemos que apuntar en la agenda las cosas importantes de los próximos días, pues poseemos formidables PDA's que hacen eso y más. Lo de jugar en la calle, interactuando con otros seres humanos,está ya obsoleto. Es mejor plantarse delante de la consola de turno a ver si podemos ganarle a no sé quien, que está en no sé donde (ni me importa).
Tanta tecnología, que supuestamente nos brinda unas posibilidades infinitas en la comunicación, en la facilidad de relacionarnos unos con otros no está haciendo sino todo lo contrario. Nos está aislando. Usted pensará: "que afirmación más exagerada!!". Compruébelo usted mismo: cuando deambule por la calle, o se monte en un autobus eche un vistazo a ver cuántas personas conversan y cuantas observan las pantallitas de colores de sus flamantes cachibaches.
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