sábado, 10 de noviembre de 2007

HASTA EL INFINITO Y MAS ALLÁ



Sábado: el día del Señor, al menos en la religión judía. Como todos los días me he sentado un poco a esperar la visita de las musas, y cuando me he dado cuenta divagaba sobre la cantidad de religiones que existen en el mundo.

Oparín, fue un científico que estudio el origen de la vida, simulando las condiciones que había en la Tierra en sus comienzos: atmósfera reductora, altas temperaturas y radiación. Observó tras años de estudios que en aquel entorno hostil los aminoácidos, la base de la vida, se sintetizaban de forma espontánea, y llegó a la conclusión de que la vida es algo inherente al universo, el entorno tiende a crear vida, como si estuviese predefinido por alguna ley universal.

Del mismo modo, los humanos tendemos a crear explicaciones plausibles para aquello que no entendemos: Si se abre una puerta de forma inexplicable seguro que es por la existencia de entes invisibles, si perdemos algo y meses después lo reencontramos es porque "algo" se lo llevó y lo escondió, si internet no va bien seguro que es por Windows... Visto a gran escala Dios no es más que la solución unificada de tantas y tantas incógnitas presentes en la ciencia. Analizemos la historia, en sus comienzos como nada sabíamos todo lo atribuiamos al Omnipotente. A medida que la experiencia empírica reveló los modelos físicos y matemáticos que regían el Universo (gravitación, electricidad, fuerza atómica,..) Dios iba perdiendo el terreno que le arrebataba la ciencia. No me vean como a un hereje!!, mi intención no es más que la de plantear la siguiente cuestión: dentro de mil años (o los que sean) cuando la ciencia haya explicado todo lo explicable... ¿seguirá existiendo Dios?, o si gustan de titulares más polémicos...¿matará la ciencia a Dios?

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